Módulo Evaluación Educativa. ¿Y qué es evaluar?

Hoy estaba leyendo un aspecto interesante que me ha dado para reflexionar un poco acerca del diagnóstico que nos ofrecen las evaluaciones externas como PISA.

La verdad es que hace tiempo que no escribo una reflexión porque estoy siendo más consciente de que no sé nada -quizás sea que la superficie de lo desconocido aumenta cada vez más y más y esto me agobia un poco-. 

Pero hoy quiero escribir algo breve en cuanto a las evaluaciones externas. Todos sabemos qué son las evaluaciones externas y por mucho que nos pese siempre serán importantes en este mundillo de la educación. No lo podemos olvidar, el sistema quiere rendición de cuentas y han encontrado en las pruebas externas una buena herramienta para hacerlo.

Y yo con este rollo de las pruebas externas como PISA me pregunto si realmente tienen intereses ocultos o nos quedamos con lo que realmente nos interesa para poder así justificar nuestros propios intereses. Yo me inclino por lo segundo. De siempre ha existido esa falsa creencia de que los niños de hoy en día son unos torpes, unos inútiles, unos vagos, unos gandules... pero nunca se ha admitido que estos pensamientos se han ido cosechando en la mente del adulto debido a la nostalgia de sus tiempos de mozos: su época dorada. Y es que tendemos a mitificar nuestra juventud. Nosotros éramos los mejores, los más formados, los que sabían divertirse, los que se reían y eran chicos sanos... y los nenes de hoy en día son todo lo contrario. Sin embargo de siempre se han probado los porros a los 16 años por ejemplo. Siempre ha habido vagos. También mis padres -y probablemente los tuyos, querido lector- se han pillado  alguna cogorza que otra en su época de universitario. Sí, es que somos humanos y la madurez hace mucho, nos hace mejorar. Pero cuando uno es niño, es niño y la etapa de la rebeldía, de jugar, de no motivarse por estudiar... está más viva que nunca.

Bien, no me quiero desligar del asunto que estaba comentado. Retomando el tema, las evaluaciones externas son un plato muy exquisito para poder criticar a los jóvenes y al sistema educativo, pero... ¿qué pienso yo? Bien, bajo mi punto de vista, las pruebas como PISA son un elemento a tener en cuenta para poder conocer qué pasa en nuestra educación, pero no es el alma mater. Los contextos educativos están envueltos en una vorágine de factores externos e internos que condicionan el rendimiento del alumnado, la formación de los docentes, la profesionalización, la innovación, etc. por lo tanto, no podemos hacer juicios tan simplistas a raíz de una prueba externa. Es absurdo.

PISA nos puede dar algún que otro tirón de orejas, ver que nuestro sistema educativo pierde equidad, que los jóvenes nacidos en conextos socioculturales tienen un menor rendimiento y por lo tanto mayor posibilidad de fracaso escolar y exclusión social, que tenemos pocos alumnos/as en niveles altos de excelencia. Pero todo esto se obvia, se va a lo simple: España va mal y muchos valoran que hay que volver a lo básico.

Y sí, ya hemos tocado el tema de Back to Basics, o sea, volver a lo de siempre: lecciones magistrales y memorización. Exacto, las pruebas externas permiten justificar la ideología de unos -conservaduristas- para volver a lo de siempre. 

Es curioso que, indagando por internet sobre el término Back to Basics, me encontré un blog católico que hablaba sobre la vuelta de la sociedad a la idelogía católica, autoproclamadas por el autor del blog como las únicas y las mejores.

Quizás la educación en base a las pruebas externas muchos quieran adoctrinar y volver a lo de siempre. Quien sabe...