Martes 22/10/2013 en Mi Diario - Portafolio docente de Campus Virtual UMA

Diario de Rocío Tenllado Vallejo /
Martes 22/10/2013

Durante el día de hoy, he tenido mi primer contacto con los docentes que participan en el proyecto y con los alumnos/as de 1º y 1ºB de ESO:

Al profesor de Refuerzo de Matemáticas, que también imparte Educación Física, le ha parecido bien la idea de introducirnos en su clase para realizar grupos interactivos, ya que ve muy bajo el nivel de matemáticas que tienen los alumnos/as; él tiene en su aula de Refuerzo un total de 9 alumnos/as (la mayoría niñas) con los que trabaja actualmente, y prácticamente de forma individualizada, las divisiones de 2 y 3 cifras, repasando, a su vez, las tablas de multiplicar porque siguen teniendo problemas para memorizarlas. En esta clase se da un trato más personal o individualista al alumnado tomando conciencia de su nivel real en la materia. Durante este tiempo ejerzo de profesora de apoyo para ir conociendo a los alumnos/as (nombres, inquietudes, motivaciones, etc.) y docentes. Por muy pequeño que sea el grupo ya soy consciente de la diversidad que existe. El profesor me comenta que en Educación Física tiene esta semana castigados al grupo de 1ºA por su mal comportamiento. Por lo visto, forman mucho alboroto y no atienden a las instrucciones de ejercicios y juegos.

El segundo docente con el que me entrevisto imparte Matemáticas y se muestra muy receptivo con respecto al proyecto; me plantea actividades en el exterior, motiva a los chicos/as sugiriéndoles una recompensa al grupo que más trabaje, no al que mejor lo haga,… Parece una tontería pero no se me había dado el caso hasta hoy, de que me pidieran que explicara a la clase de qué iba el proyecto, para que de esta forma se sintieran parte de él (al fin y al cabo son parte fundamental) y para que así no se encontraran “de sopetón” con la situación de ver a gente extraña entrando en su aula. Me reitera que él siempre ha creído en la idea de enseñar matemáticas en un contexto abierto, al aire libre, llevando a cabo actividades manipulativas, pero quizás no se ha atrevido por las características de estos jóvenes y que ahora, con nuestra presencia, ve la posibilidad de realizarlo. Recuerda a los alumnos/as la entrega de las autorizaciones de los padres para las salidas del centro que repartieron a comienzos de curso y que todavía no han sido recogidas en su totalidad. En la misma, también viene una autorización específica para poder ser grabados. Insiste en esta cuestión porque le resulta un aspecto muy interesante para el proceso del proyecto y la posterior (auto) evaluación.

Este docente introduce un elemento innovador en su clase y es el hecho de escuchar música del ordenador mientras realizan las actividades, pero con la variable de que son los propios niños/as los que la eligen. Van pasando en procesión por la mesa donde se encuentra el pc para pinchar en la que le gusta (a veces pop, a veces reggaeton, hip hop e incluso rap). Me resultó desconcertante porque siempre se asocia el realizar actividades que requieren un nivel alto de concentración con el silencio y de esta manera aumentaba la contaminación acústica que ya de por sí existía.

Las Pizarras Digitales Interactivas (PDI) de las dos clases a las que asisto se convierten en un recurso a tener muy en cuenta para la consecución de actividades que queramos llevar a cabo. Estas pizarras fomentan la participación de nuestro alumnado, pues proporcionan un entorno en el que es fácil compartir contenidos e interactuar con ellos. Con las PDI suele ser más sencillo captar la atención de los alumnos y alumnas, y disponemos de todo un abanico de recursos en sitios web (vídeos, archivos de audio, aplicaciones educativas, etc.) que nos permiten adaptarnos a diferentes estilos de aprendizaje. Las herramientas asociadas a estos dispositivos hacen posible además atender a la diversidad, por ejemplo adaptando el tamaño de las fuentes utilizadas, o bien ampliando el tipo de actividades que llevamos al aula. Sin embargo, suelen utilizarlas como apoyo al libro de texto, es decir, tienen una aplicación de la editorial en la que se visualiza la página por la que van leyendo y simplemente les ayuda a seguir la clase y que no se pierdan. Algunos profesores visualizan videos del youtube para aclarar conceptos de ciencias. De otra manera, las clases resultarían más atractivas tanto para los estudiantes como para los profesores, por la posibilidad de utilizar recursos más dinámicos, variados e interactivos. En mi opinión, el uso de la pizarra digital es un indicador del interés del profesorado por la innovación y el desarrollo profesional  hacia el cambio pedagógico que puede suponer el uso de una nueva tecnología.

 

Posteriormente mantengo una conversación con la profesora de inglés que se muestra más autoritaria con respecto a los alumnos/as, llegando a utilizar 20 minutos de su clase para recriminar las actitudes agresivas de algunos jóvenes, lo cual provoca un ambiente de tensión que influye en el comienzo de su docencia. Al contrario que en la hora de matemáticas, ésta transcurre de forma más disciplinada y controlada. Como sus explicaciones no dejan lugar a la distracción, la clase mantiene más la atención. Se puede decir también que la predisposición de la profesora para con el proyecto es buena.

 

Por último, es la profesora de Música la que me demanda más apoyo o ayuda, ya que se encuentra desesperada por no ver resultados positivos en su trabajo con el grupo de jóvenes. Me comenta que no le hacen caso y que forman mucho jaleo mientras explica. Cuando me dice cómo se siente, me viene a la mente el denominado síndrome “burn out” o agotamiento profesional, que en el caso del profesorado tiene que ver con las situaciones específicas de su labor docente y con las características de su propia personalidad, en cuanto que todo ello repercute en su estabilidad emocional creando tensión, estrés, y produciendo malestar, tanto desde una perspectiva personal como profesional. Poco a poco ha ido perdiendo el sentido de su realización personal. Yo le animo a la realización del proyecto de innovación, ya que un cambio se va a producir casi con seguridad (las evidencias de otros centros lo avalan) y lo acoge especialmente bien.