Hoy los niños de mi clase estaban como el tiempo, ventosos, movidos, alterados. Mucho de esto tiene que ver con que hoy hemos tenido un taller de maquillaje monstruoso en el aula, en el que han participado familias de la clase.
La Asamblea ha sido tremendamente agitada, les costaba mantener la concentración, parar un momento quietos.. Hemos realizado las rutinas a trompicones y, después, he intentado retomar el tema de los enemigos de las ranas, pero ha sido imposible. Al hablar de sus miedos, ha funcionado un poco mejor, pero tampoco se centraban, así que he desistido, y me he planteado si la actividad que tenía prevista para ese momento (un mural con los miedos de las ranas) no sería mejor dejarla para otro día en que estuvieran más centrados, o yo fuera capaz de captar su atención.
De esta forma, les he dejado vía libre para jugar libremente, pero con una consigna: había que jugar a los miedos....
La interpretación que cada uno ha hecho de esta consigna ha sido muy diferente:
Una niña se ha sentado en los cojines de la biblioteca a contar un cuento a un muñeco poniendo voces y haciendo gestos, y de vez en cuando le decía al muñeco que no tuviera miedo, que sólo era un cuento
Otros niños han dibujado "cosas de miedo": leones, monstruos...
Varios han construido un castillo de monstruos
Alguno jugaba a asustar a los amigos
(creo que el cuento que les conté ayer ha marcado bastante los juegos)
Obviamente, muchos han optado por jugar a lo de siempre y cambiaban de actividad pasando de pintar a asustar y de ahí a dar de comer a los bebés...
Tras recoger, hemos hablado sobre sus juegos sentados en Asamblea y porqué han hecho esos juegos de miedo, si eso es lo que a ellos les da miedo....
Después hemos desayunado y salido al patio.
En el recreo se ha generado una situación "incómoda" entre las maestras. Os pongo en precedentes. Las maestras de 3 años (A, B y C) y la maestra de apoyo hacemos patio en un lugar diferente al del resto de infantil, y no tenemos turnos regulados, sino que nos vamos turnando según el día. El problema es que los turnos se alargan, no respetan las sesión de después del recreo, que en ocasiones cuenta con algún especialista, de forma que a la maestra que le toca su turno de descanso fuera del horario establecido para ello, se puede quedar sin ese descanso... y al aula que le toca el apoyo lo pierde porque la sesión casi se consume completamente en el patio.
Esto genera mal ambiente, en general, pero cuando además se utiliza el apoyo para que la tutora se vaya de su aula a hacer gestiones, por costumbre, y lo una con el descanso de patio, dejando al apoyo sin ese tiempo..... os podéis imaginar que los ánimos se caldéan
En fin, a la vuelta del recreo nos tocaba Religión y Alternativa (se nos ha quedado la sesión en unos 25 minutos). Nos hemos ido a la Biblioteca y hemos buscado cuentos que por la portada parecieran de miedo... Han traido unos 4 "cuentos de miedo" y entre todos hemos seleccionado el que nos parecía que era más de miedo, según el dibujo. Han elegido uno en cuya portada se mostraba la noche y una jaula....
Nos ha servido para pensar sobre por qué pensábamos que ese iba a ser de miedo.... Porque de noche da miedo, porque es oscuro y hay monstruos.... Y se ha escapado un animal... Pero ha resultado que no era de miedo, asi que no siempre las cosas son lo que parecen.
Al volver a clase, nos hemos sentado a escuchar la música de esta semana. Cuando estábamos en ello, han llegado las mamás a realizar el taller de maquillaje.
Será la costumbre del otro cole en el que estaba, que cuando pedías colaboracion familiar acudían 4 y siempre los mismos. La cuestión, es que me ha sorprendido la cantidad de mamás (solo han venido mamás) que han querido colaborar en el taller de maquillaje. Han superado con creces mis expectativas, tanto es así, que nos ha sobrado bastante tiempo después.
Mientras a los niños les daba las pautas de qué podían hacer cuando ya estuvieran pintados o hasta que les tocara, a las mamás, les he indicado que cada niño tenía que contarles de lo que se quería maquillar y ellas intentar "sacarles" la información de los detalles (si querían de monstruo, de qué color, si querían cuernos o colmillos....) de esta manera los chicos y chicas se verían en la obligación de describir lo que querían y además de comunicárselo a un adulto que no soy yo ni su mamá.
Salvo un niño, todos los demás han participado gustosos en el maquillaje. Algunos después de ser maquillados por el equipo de madres, han procedido a tunearse la cara para darse un toque aún más terrorífico.
Mientras ellas maquillaban, yo me he dedicado a convencer a los niños más reticentes, a calmar a uno que lloraba porque su mamá no ha venido a pintar, y a hacer fotos de las mamás maquillando, a los niños pintados...
Lo mejor de todo, ha venido cuando algunos niños han cogido las pinturas y han dicho que ahora les tocaba pintar a ellos, y nos han dejado a mamás y maestra hechas un auténtico cuadro.... No sé quien ha terminado dando más miedo...
Como nos ha sobrado mucho tiempo, tras esto nos hemos juntado para poder compartir nuestros maquillajes, vernos cómo íbamos... Estábamos tan nerviosos, y me incluyo, que nos ha salido la asamblea más desastrosa de la historia. Todos poniéndose de pie para enseñar su cara pintada... Hemos cantado alguna canción y para terminar hemos vuelto a contar el "Cuento de miedo... pero menos"
Aunque utilizo la palabra "taller" soy consciente de que esta actividad no llega a la categoría de taller, simplemente ha sido un momento de participación de las mamás en el aula, de apertura del cole para ellas, y de colaboración conmigo, pues yo sóla me hubiera pasado el día entero para poder pintarles a todos.