Un parón en el camino en Diario de prácticas: desnudándonos para Encarna - Portafolio docente de Campus Virtual UMA

Un parón en el camino

Recogiendo el guante que me ha lanzado Encarna, creo que antes de continuar contando qué ha ocurrido hoy en mi aula, debo exponer con más claridad algunos aspectos.

En primer lugar voy a abordar la elección del proyecto:

Como ya os comenté en mi aula estamos trabajando un proyecto sobre las ranas. Este surgió de la aparición en clase de una rana, primero y otra días después. Obviamente, yo vi el filón que una mascota suponía para realizar un proyecto, pero al principio la rana sólo fue eso, una rana, una mascota. Tened en cuenta que las dos primeras semana en 3 años se realiza el periodo de adaptación, conocen los espacios, materiales, generamos las normas de la clase... La rana, podríamos decir, formaba parte de la decoración... pero también nos empezó a definir. Niños de otras clases, de 4 y 5 años, venían a visitarnos para ver nuestra rana. Además surgió la necesidad de saber qué comían las ranas, para poder cuidarlas bien.

Sin embargo, todo esto no implicaba aún la creación de un proyecto de investigación sobre las ranas.

De hecho, las tres maestras de 3 años nos propusimos empezar a plantear un proyecto común para trabajar las tres aulas al unísono y sentirnos algo más "arropadas" en nuestro camino por el constructivismo. Decidimos tantear en nuestras clases el tema de las manos como proyecto, pues la más "Experta" de las tres nos explicó que en su clase había surgido el tema.

Fue en ese momento, cuando les intenté generar interés sobre el de las manos cuando ví claramente que nuestro proyecto no podía ser otro que las ranas. Cada tema que planteaba derivaba, inexorablemente, en las ranas. ¿para qué sirven las manos?- planteaba yo- Para que la rana salte muy alto así -decía uno mientras demostraba como se impulsaba usando manos y piernas. - ¿con las manos podemos hacer sonidos?- volvía ilusa de mi a plantearles- pues las ranas hacen croac.

Mira, que las manos, como proyecto les interesaban tanto como a mi.

Por otro lado, sinceramente, creo que este tema tiene mucho más potencial a la hora de aprender a hacer un proyecto: Buscamos información utilizando diferentes fuentes; comparamos entre nuestro sujeto de estudio, nosotros y otros sujetos (vamos con otros animales); nos permite establecer un patrón de estudio que podemos utilizar en futuras ocasiones para aprender sobre otros animales; y sobre todo, tanto a ellos como a mi nos ha enganchado el tema.

En mi anterior experiencia, los "proyectos" estaban perfectamente definidos para todo el curso desde finales del anterior. Las maestras éramos las encargadas de generar el interés sobre los temas. Nos valíamos de un "hilo conductor" que servía de guía todo el año y redirigía de un pequeño proyecto a otro, uniéndolos y ayudándonos a temporalizar y controlar que trabajáramos todos los aspectos del currículo.

Desde la nueva perspectiva que me da este inicio de curso, veo  por un lado la flexibilidad. El proyecto durará lo que dure su interés, no lo que yo haya estipulado previamente. La progresión a otro proyecto, si la hay, será natural y surgirá nuevamente del interés de los niños por el nuevo tema y si no lo hay, pues a buscar algo que nos vuelva a emocionar.

Claro que esto a mi me crea un poco de incertidumbre...

 

Otro punto sobre el que Encarna ha incidido es sobre la elección de los rincones:

 

Como ya señalé a lo largo del relato de mi diario, la elección la realizamos diariamente utilizando una tabla de doble entrada. Los niños escogen el rincón al que quieren ir  en el mismo momento al que van. Tras relajarnos (aunque la semana pasada hubo rincones antes del recreo, generalmente los planteo siempre después de este) nos sentamos en asamblea y recuerdo las diferentes opciones y recuerdo que no podemos repetir actividad. Tras esto cada uno elige a cuál ir. Dentro de cada rincón o zona hay una propuesta estructurada por mí, pero también tienen otras muchas posibilidades de juego/actividad. Por ejemplo: en el rincón del pensador de la semana pasada la actividad estructurada era la clasificación de elementos por colores, pero también podían hacer puzzles, construcciones, jugar con los bloques lógicos y "leer" sus atributos, ensartar piezas... En el rincón del escritor, la prouesta era  cazar moscas como actividad de grafomotricidad, pero también podían leer cuentos, escribir libremente en la pizarra, en folios...  Además, pasado un tiempo, la libre circulación por los rincones vuelve a permitirse y el que estaba escribiendo puede ir a jugar con puzzles, o a juego simbólico, por ejemplo.

Cada semana realizo un registro de cual ha sido la elección de los niños, de forma, que puedo por un lado observar dinámicas en sus elecciones ( si siempre elige lo mismo en primer lugar, o en último) y por otro lado me señala actividades más o menos motivadoras cara a los niños (hay ocasiones en que un rincón es el último en elegirse, mientras otros se llenan rápidamente). 

También señala Encarna en sus comentarios, acerca de las Asambleas y las rutinas que en ellas se desarrollan. 

Aunque considero importantes las rutinas que llevamos a cabo en la Asamblea, antes de iniciarlas siempre intento abrir un momento para el diálogo. La duración de este diálogo va a condicionar las rutinas, que considero bastante flexibles, aunque al ser labor del delegado trato de cumplir diariamente para que todos tengan oportunidad de trabajar los mismos aspectos y sentirse igualmente protagonistas.  Hoy mismo, el diálogo que hemos iniciado nada más llegar se ha alargado casi por 35 minutos, en los que (normalmente no es así, pero hoy mágicamente ha ocurrido) han permanecido atentos y respetando casi perfectamente el turno de palabra. Tras esto, la delegada sólo ha saludado a los niños y ha contado cuántos quedaban en casa. No ha sido hasta pasado el recreo, cuando nuevamente nos hemos sentado en Asamblea cuando ella ha retomado sus funciones y ha hecho todo aquello que le corresponde hacer por ser delegada pero no nos había dado tiempo.

En lo referente a evaluación... 

La verdad es que aún desconozco si en el centro hay algún instrumento de evaluación tipo registros, boletines..., la verdad es que la coordinación y gestión de la información es bastante deficiente en el cole. 

Yo por mi parte, sí que utilizo diferenten instrumentos, aunque por desgracia no lo suficientemente sistemática. Por un lado, realizo un diario de aula, aunque no tan exhaustivo como este. Sobre todo me centro en las dinámicas generadas entre los alumnos y cómo han funcionado las diferentes actividades.

Además, realizo un registro de participación en las Asambleas, sobre todo anotando lo más fielmente posible muchas conversaciones, esto también me sirve para ser modelo de escritura para ellos. Las asambleas también me sirven para conocer sus impresiones sobre las diferentes actividades y autoevaluar mis propuestas.

Por último, hay una serie de propuestas anuales, que me permiten ir evaluando tanto sus evoluciones personales en ciertos aspectos (escritura y dibujo concretamente), como si mi propia labor docente está sirviendo para ayudar a que estos progresos se realicen.

Encarna pone de relieve un punto que a mi también me chocó mucho al llegar a este colegio: EL UNIFORME

Al ser nueva en el centro y tener bastante poca información (de casi todo lo referente al funcionamiento general del centro, no por poco interés, os lo aseguro) poco puedo decir al respecto sobre el proceso que se llevó a cabo en la toma de decisión sobre poner uniforme. Sé que es una herramienta que utiliza el AMPA para incrementar sus ingresos, que luego revierten en el colegio en diversas formas.

Por mi parte, me parece muy poco coherente uniformar en un cole que quiere educar para no ser uniformes. Desde lo que yo puedo hacer, he dado la información, tal como se me pedía, pero también he intentado dejar claro que esto es algo que cada uno elige. Además reiteré en varias ocasiones la necesidad de comodidad (sobre todo en las niñas).

¡Hasta el baby lo tienen estipulado del color de la clase que te toca!... pero ahí si que abiertamente les dije a quienes me quisieron escuchar que a mi me importaba que no se mancharan y que me parecía absurdo que en las fechas que estamos y lo que nos está cayendo encima, si tenían otro que les valiera o una camiseta que les cubriera para no mancharse a mi me parecía bien  e incluso mejor si personalizaban la camiseta en casa con sus hijos).