Nuestro actual panorama educativo es herencia de la revolución industrial. 

El niño se "educa" para ser mano de obra.

Pero la meta de los educadores y maestros del sXXI ha de ser un facilitador para que el niño tenga experiencias de juego, de investigacióny de interacción que le permitan construir, descubrir y reflexionar, equivocarse y avanzar. Maestros facilitadores que escuchen a los alumnos y les acompañen en su proceso de crecimiento personal y capaces de entender que surol, hoy día es aprovechar lo que los niños saben y viven para que lleguen a ser ciudadanos responsables.

Vivimos en una sociedad hiperinformada en la que un golpe de click nos lleva a torrentes de información.

Nuestros niños deben aprender a manejar esa información, valorar lo que les interesa, pero también a convivir, a expresarse, a elegir libremente a rspetar y a saberse respetado y querido, a resolver sus propios conflictos.

La escuela, tal como la conocemos tradicionalmente, no responde a las necesidades de nuestra sociedad, de nuestros alumnos.