Cuando nos planteamos el aprendizaje por competencias hemos de entender estas como un sitema conplejo de elementos intimamente interelacionados que componen un todo. Este todo está formado por conocimientos, actitudes, habilidades, valores y emociones.

La escuela tradicionalmente se ha ocupado de los conocimentos. A partir de los planteamientos y orientaciones de DeSeCo los países de la OCDE comienzan a plantearse la necesidad de hablar en términos de competencias, entendidos como la "habilidad de enfrentar demandas complejas, apoyándose en y movilizando resursos psicosociales (incluyendo destrezas y actitudes) en un contexto particular".

A raiz de este proyecto, la terminología cambia, todos los países se apresuran a hablar de competencias, de evaluar por competencias.... desconozco lo que en otros países ha ocurrido, pero desde luego en España esto tan sólo ha constituído un cambio en la nomenclatura, pero en nada se ha traducido a un cambio en el día a día de las aulas.

En las escuelas se sigue primando los conocimientos, pero se desestiman aspectos tan importantes como las actitudes y las habilidades. Sin embargo, la razón no sirve para nada sin las emociones. Serán aprendizajes vacíos, sin conexiones, sin utilidad real.

Las competencias requieren saber pensar, comunicar, hacer, pero también querer. Esto viene de la necesidad de la necesidad de satisfacer sus necesidades y configurar el propio proyecto vital.

Estos aspectos están en estrecha relación con el concepto de inteligencia emocional, entendida como la interacción entre razón y emoción. 

Este concepto tiene gran importancia en la definición de las competencias, puesto que, como ya hemos señalado en anteriores apuntes, el conocimiento está "contaminado" emocionalmente y hay muchos aspectos relacionados con las emociones que tienen que ver con el inconsciente.

Cuando desgranamos las competencias atendiendo a las consideraciones que hemos visto en el aula, vemos intensas conexiones con aspectos emocionales y relacionales.

  • con respecto a la primera competencia "capacidad de utilizar de manera disciplinada, crítica y creativa el conociento que ha producido la humanidad", el ser conscientes de que el conocimento humano es parcial y provisional y que no existe una verdad absouta, sino que el conocimento es para reconstruirlo y modificarlo, adaptándolo a la nueva realidad y evitando los prejuicios y contradicciones tiene un componente emocional muy importante, a mi modo de entender. El saber lidiar con la incertidumbre, con el cuestionamiento es algo que genera emociones desestabilizantes como la inseguridad, el desasosiego y  que genera situaciones y planteamientos incómodos, cuestionamientos de la autoridad y de su legitimidad... 
  • En cuanto a la segunda competencia, "capacidad de vivir y convivir en grupos heterogéneos"..., la empatía, la valoración de la diversidad y el respeto de las discrepancias son aspectos que están íntimamente ligados con las emociones y con los aspectos relacionales...
  • Por último la "capacidad de vivir con relativa autonomía y autogestionarse", se relaciona con el desarrollo del autoconcepto y la autoestima aspectos en los que las emociones tiene un componente primordial.

Pero me continúo preguntando ¿si tan reputados estudios avalan esto? si tan obvio nos parece hoy día todos estos planteamientos ¿por qué cuesta tanto que se implementen en nuestros sitemas educativos?

La única respuesta que se me ocurre ante la dejadez de las Administraciones en estos aspectos y la tergiversación de ellas en su aplicación es, que las implicaciones políticas e ideológicas que tienen estos planteamientos (alumnos críticos, reflexivos, capaces de cuestionarse y cuestionarnos), es que no interesa promover una educación que fomente este tipo de ciudadanos, sino que por contra se fomenta los ciudadanos borrego, domesticados y poco reflexivos.