Quinto día: ¡Audiciones!

Hoy volvía el tutor de la clase de sexto y yo iba a comenzar a analizar en profundidad el problema de higiene de Manel y el caso de las TIC, porque ayer me pareció que los ordenadores no funcionaban muy bien y quería averiguar la opinión del docente, además de dar una visión crítica sobre el problema.

Así que hoy ha sido un día de preguntas, de observación y de aplicación práctica en la clase de EF con quinto de Primara. Con esta clase sigo aplicando el nuevo deporte, estoy viendo cómo se va desarrollando y descubriendo las fortalezas y debilidades que habrá que mejorar. También hablaré sobre el proyecto de audición (una especie de cine que mañana se celebra y que explicaré detalladamente en metodología). Por último, voy a analizar la clase de Música, que dejó mucho que desear y quiero analizar en profundidad.

En cuanto al ámbito social, hoy seré breve. Voy a centrarme única y exclusivamente en la observación de Manel durante toda la mañana. Las categorías que planteé para observar fueron:

-       Relación con su grupo de mesa.

-       Relación con sus coetáneos.

-       Relación con niños y niñas de otras clases.

-       Actitud en clase en presencia del docente y sin el docente.

Estas cuatro categorías las voy a seguir usando para sacar la mayor información posible del caso de Manel. Lo que pretendo conocer es si su falta de higiene afecta o no en sus relaciones interpersonales.

Para empezar hay que destacar que la clase está distribuido por grupos de mesa. El grupo de mesa viene a ser la forma en la cual el alumnado están posicionados. La organización de las mesas es de cinco en cinco, por lo tanto hay cuatro grupos de cinco alumnos/as. Manel está en el grupo más cercano a la pizarra y a la mesa del docente. Concretamente él se encuentra pegado a la mesa del mismo, por lo que es muy fácil tenerlo controlado en todo momento.

Observando su interacción con su grupo, me percaté que está bien integrado pero no es un líder, ni tampoco alguien que toman muy en cuenta el resto del grupo. No le hacen el vacío, pero tampoco hablan mucho con él. Bridgie está sentada junto a él y no le suele prestarle mucha atención. De hecho, una conducta que suele realizar mucho Manel es irse a hablar con otro chico de la clase, el cual está en el fondo. ¿Será que no está bien integrado con su pequeño grupo?

Con respecto a la relación con sus coetáneos, cabe destacar que es buena. El niño se relaciona e interacciona bien con los de su clase. No es que sea un niño carismático precisamente, ni tampoco lo tienen muy en cuenta los demás compañeros, salvo un par de muchachos. De hecho en el patio del recreo pasa lo mismo, e incluso Manel no se relaciona tanto con los de su edad sino con los más pequeños. ¿Qué pasa aquí?

La relación con el resto del alumnado es normal. Hoy por ejemplo estuvo jugando con una cuerda con alumnos y alumnas de tercero. El juego consistía en tirar de la cuerda a ver quién era el más fuerte. Se reía, jugaba, charlaba y los niños/as más pequeños le hacían más caso. Observé que tenía una cierta actitud de “chico malo mayor”. Con esto quiero decir que Manel era como el jefe de los más pequeños/as. No abusaba de su poder pero sí que tenía ganas de imponerse en todo momento.

En cuanto a la relación con los docentes que hoy han impartido clases en sexto, cabe destacar su actitud ha sido muy dispar. Conmigo trata de hacerse el gracioso y no obedecer mis órdenes; con la muchacha de prácticas ni le rinde cuentas. Al tutor lo respeta y bastante pero a algunos docentes como el de música ni le hace caso.

Así que a raíz de toda esta información y de su problema de higiene, quise entrevistar al tutor de la clase. A continuación expongo las preguntas y las respuestas:

¿Qué opina sobre la falta de higiene de Manel?

Pues me parece un aspecto bastante grave. De hecho echa un peste que no es normal y todo viene a raíz de la familia.

¿Familia desestructurada?

Exacto, y preocupante. El niño no tiene un modelo a seguir en su casa. Sus padres se levantan tarde, los hermanos ni van al instituto. De hecho tiene bastante mérito que el chaval se levante solo y venga al colegio solo.

¿Y qué opina sobre esto?

Pues que es preocupante. Nosotros no podemos estar encima de él todo el día, tan solo cinco horas. Y aunque el chaval intenta, a veces… pues no, no tiene motivación y su actitud deja mucho que desear.

¿Qué pasa con su actitud?

Ya lo habrás visto, ¿no? Va de chulillo y trata de imponerse…

Por último, ¿en el claustro habéis tratado este tema?

Por supuesto que sí. Todos los docentes opinamos que es algo grave. Sabemos que la falta de higiene en algunos alumnos/as es preocupante pero lo de Manel es aún más. Ya viste que le llamé la atención, ¿no? Pues como siga la cosa habrá que llamar a sus padres.

Esta fue la breve entrevista que le realicé al tutor y donde vi que la actitud de Manel no es muy disciplinada que digamos, que su problema de higiene no es algo que me preocupe a mí solo sino que también al resto de docentes, y que es un tema que están abordando. ¿Qué poder hacer? Eso me pregunté a mí mismo. Está claro que yo hubiese intervenido más antes. Hubiese llamado a los padres desde un principio porque esto no es algo baladí. Este problema puede provocar que en el colegio se generen enfermedades o parásitos como los piojos.

En el plano metodológico hay muchas cosas que contar porque por fin ya estoy viendo mejor de qué va esto de las comunidades de aprendizaje.

No me centraré mucho en detallar las tareas que ha desarrollado el alumnado de sexto en clase. Tan solo diré que corrigieron los ejercicios de matemáticas, hicieron más ejercicios de potencias y raíces y tras el recreo corrigieron los resúmenes de los textos que realizaron la semana pasada. Esto último no lo pude ver porque estuve en EF con los de quinto poniendo en marcha el deporte alternativo que estamos introduciendo.

De todo lo acontecido en sexto, me gustaría destacar que la participación sigue siendo buena y que hoy me pregunté por qué el tutor no dejaba al alumnado interactuar con la pizarra digital. De hecho, esto fue un problema que detecté y que se lo comuniqué al docente. “Quizás podrías hacer que si no entiende un problema, sacar al chico/a a la pizarra”, le comenté.

Efectivamente, esto resultó mucho más fructífero para aquellos niños/as que no entendían un problema. De hecho vi en directo dicho proceso. Una alumna que no entendía un problema salió a la pizarra y guiada por el profesor, resolvió la tarea paso a paso. Dicho ejercicio consistía en que una persona tenía 3 cajas: una de ellas con 16 espacios, otra con 25 y otra con 36. Le preguntaban que si tenía 32 minerales, ¿en qué caja los metería? Pues bien, el docente y la alumna fueron paso a paso. “Si tienes 32 minerales, ¿dónde los meterías? ¿En la de 16 espacios? ¿En la de 25? ¿En la de 36?”, le preguntó el profesor. Vi que la niña le costaba, que incluso se equivocaba y el tutor acudió a la representación gráfica de las cajas. Esto ayudó mucho a la niña que empezó a rellenar los espacios con minerales (puntos de color azul) y al final halló la respuesta.

Ahora me detendré en el problema de Música. El docente que imparte esta área es novel, tendrá alrededor de unos 29 años y aprobó las oposiciones en el año 2009. Él quería llevar a cabo un proyecto con la clase: tocar y cantar la canción Somebody that I used to know. Lo que pretendía es que el alumnado cantara y tocaran distintos instrumentos mientras él tocaba la guitarra.

Rápidamente vi que había muchas cosas que cojeaban. Primeramente la letra: muy difícil para el alumnado de sexto. Observé que éstos se desmotivaban porque ni la entendían, ni tampoco sabían pronunciarla bien, además que no les parecía interesante a muchos. ¿No sería mejor haber seleccionado una canción flamenca por el mero hecho de que había muchos gitanos en clase?

La clase fue un poco caos cuando tuvieron que cantar la letra siguiendo el karaoke que se proyectaba en la pizarra digital. Unos cantaban, otros pasaban y se ponían a hacer los deberes de inglés, otros se ponían con las tijeras… Aquello presentaba una descoordinación importante. Lo que más me llamó de aquel descontrol es que los niños se levantaban por voluntad propia.

Algo no funcionaba, eso pensé. Y sí, creo que aquí se tendría que utilizar unas tareas más sencillas e ir poco a poco. El repartir xilófonos, teclados, panderetas, etc. es una locura. De hecho en esto se basó nuestra conversación:

-       Oye, he visto que la clase…. – le comenté.

-       Sí, lo sé, este proyecto no sé qué hacer porque es muy bonito e interesante, pero… - me dijo desesperanzado.

-       Ya, la verdad es que me gusta, pero tú tranquilo. El control es lo que falla y podrías hacer mucho hincapié en ello. ¿Lo has comentado con el tutor? – le comenté.

-       Pues no mucho, la verdad. Aún así me preocupa porque esto está funcionando muy bien en quinto pero aquí nada de nada.- replicó el docente de Música.

-       ¿Y por qué no ir de lo general a lo específico? Es decir, tú coges, primero se aprenden la letra cantándola. Luego introduces los instrumentos musicales básicos. Posteriormente introduces los instrumentos musicales más complejos, uno por grupo y listo. Claro, te va a requerir meses, pero de otra forma no lo veo. – le comenté.

-       Es buena idea, coincido contigo pero claro, ¿de dónde saco tiempo si solo tengo 45 minutos de Música a la semana? – me dijo el joven docente.

Ahí nos callamos los dos y nos miramos a los ojos durante unos segundos. El silencio lo decía todo: ¡MALDITA BUROCRACIA Y SISTEMA!

Bien, cambiando de tema, hoy ha sido un día especial. Empecé a conocer esto de los proyectos de primera mano porque días anteriores solamente tuve la oportunidad de trabajar el huerto escolar y poco más. Hoy el alumnado sacaban su entrada de las audiciones en taquilla.

Pero, ¿en qué consiste esto? Bueno, preguntando a directora, ella me comentó que cada 3 meses hacen un día de audición en la que los docentes leen un relato. Evidentemente la distribución es especial, cada alumno/a saca su entrada para una sola audición y el día siguiente tiene que ir a escucharla.

No hay organización por edades. Los alumnos/as del centro sacan su entrada en la taquilla del recreo, evento que ha sido hoy, y mañana van a donde se celebra la audición seleccionada. Preguntando al tutor de sexto me comentó que solo pueden ir un máximo de 3 alumnos/as por curso a cada audición y que ellos/as no saben quién es el docente que narrará la audición. Así evitan preferencias.

¿Y por qué se hacen esto en el centro? Porque el fomento de la lectura es fundamental. Pero no solo eso sino que también el desarrollo de la comprensión lectora y que ellos y ellas tengan un buen modelo lector (los docentes).

A mí esta actividad me ha encantado y ya se ve eso del trabajo con niños/as de distintas edades. ¡Estoy como loco por conocer qué pasara mañana! Seguramente mañana yo también narre un relato, si es que me dejan, claro está.

Y ya a última hora tocaba EF con los de quinto. Entré en su aula y el principal problema que vi era la hora. ¡Eran las 13:25 ya! Madre mía, el tiempo se pasó volando, ya se había agotado 10 de la clase y ni habíamos empezado. “¿Pero esto qué es?”, me pregunté. No me sorprendí por el docente sino por el poco horario que tenemos los de EF y lo rápido que se nos pasa el tiempo. Entre que tenemos que explicar, callar a la clase, dar feedback del día anterior, etc. se pasa la sesión volado.

-       Madre mía, estamos saliendo y ya son casi las 13:35… - le comenté al maestro.

-       Sí, ¿esto es normal? Ni dos horas semanales, solo hora y media que no se aprovecha nada. Ya verás, ya verás, ahora bajamos y ya entre el calentamiento y estiramientos solamente nos quedan 25 minutos de sesión. Pero bueno, a ver qué tal va el bijbol hoy. – le replicó el maestro.

Pues sí, hoy íbamos a continuar con el bijbol, viendo cómo se estaba llevando el deporte. Para empezar me gustaría destacar que ha tenido muy buena acogida. Le pregunté a muchos alumnos/as de esa clase si les había gustado el bijbol y sí, me dijeron les encantó y  que tenían ganas de más.

Hoy ya teníamos que analizar si estaban adquiriendo estrategias tácticas y técnicas propias del deporte.

Para empezar coordiné el calentamiento y luego hice los grupos. Pero antes de empezar a jugar les pregunté que si se sabían las reglas y solicité que me las explicaran. Me sorprendí bastante, se acordaban de todo.

Previo a la sesión elaboré también unas categorías de observación, las cuales son las siguientes:

-       Conflictos de disputa del móvil.

-       Participación de clase.

-       Desarrollo de la táctica-técnica en el deporte.

En la primera categoría observé que habían muchos conflictos, pero casi todos  relacionados con el golpeo de balón y el peligro que podría ocasionar. Se repitió 3 veces el mismo conflicto: un jugador tenía la mano y el adversario golpeaba el balón, haciéndole daño en la mano. Esto me preocupó mucho y tuvimos que parar el juego para reflexionar sobre el problema y darle solución.

¿Qué hicimos el docente y yo? Pues añadir una nueva regla: si uno controla el balón con las manos, el adversario no puede golpear el balón con el pie, es falta.

Esta nueva regla muy pronto dio resultados y los conflictos disminuyeron considerablemente. Ya el alumnado se respetaba más aunque a veces surgían otros conflictos como el problema del saque de portería. “Me toca a mí. Que saco yo. Que siiiiiii”, gritaba una niña muy mosqueada. Lo que hice fue establecer un orden de saque y todos y todas contentos. Este orden lo diseñamos con el objetivo de que todo el alumnado participara en la práctica.

Con respecto a la participación en clase, observé que todo el alumnado participa o tiene interés por participar. No había problema de motivación alguno ya que el juego ha sido muy bien recibido. Noté que había una niña del grupo amarillo que se alejaba mucho del balón, ¿tenía miedo? Pues sí, tenía miedo porque le pregunté y me dijo que le daba un poco de susto el balón de pilates. ¿Qué podíamos hacer? “A ver si encontramos alguna solución la semana que viene, Manu”, me dijo el maestro. Yo le comenté que el problema fue mío por introducir tan rápidamente un deporte sin que ellos se familiarizaran antes con el móvil. Quizás ese fuese el problema.

La categoría de desarrollo de la táctica-técnica fue mucho más interesante. Incidimos mucho en la dispersión por el espacio y que no se apelotonaran alrededor del balón. Sí, aquí tuve que hacer mucho hincapié, incluso parando el juego para que ellos y ellas se concienciaran de la importancia que es dispersarse en equipo.

Otro aspecto de la táctica que me llamó la atención es que ya estaban desarrollando estrategias de ataque. Las faltas las tiran directo a portería, los saques de portería son más altos y largos, están empleando el pase más a menudo cuando ayer jugaban individualmente, etc. Sin duda alguna me sorprendí muchísimo. ¿Cómo es posible tanta mejoría de un día para otro?

La táctica la mejoraron muchísimo y esto se podía ver porque en el partido marcaron 4 goles (quedó empate), mientras que ayer solamente marcaron un gol. Se nota la diferencia y la mejora en todos los aspectos.

Sin duda alguna tenemos que ir mejorando el reglamento, adaptándolo a las características del alumnado y viendo si da resultado. Menos mal que tengo a alguien a mi lado que comparte mis mismas ideas y mis  mismas ambiciones. El maestro de EF es otra persona inquieta como yo, a la que le gusta innovar y mejorar su práctica educativa. Mi relación con él está siendo muy bien aprovechada y estoy aprendiendo muchísimo con él.

Al dar las dos me subí a mi tutoría y entrevisté nuevamente al tutor de sexto. Quería recabar información sobre el uso de las TIC y averiguar por qué funcionaba tan mal los portátiles. A continuación dejo la entrevista:

-       ¿No crees que el WiFi funciona mal?

En absoluto, funciona bien pero no para tirar cohetes, claro está. Démonos un canto en los dientes por como funciona…

-       Ayer estuvieron haciendo las pruebas de Consumópolis y muchos alumnos/as se me quejaban porque les iba lento o ni les funcionaba, ¿cuál puede ser el problema?

-       Bueno, no te lo puedo decir con exactitud porque no estuve, pero por lo que me cuentas puede ser que la web vaya mal. Pero otra cosa, ¿no te planteaste alguna estrategia para que todos participaran?

Aquí me pilló en fuera de juego. Me dejó mudo, sorprendido… Era como si me hubiera robado la voz, las ideas, el pensamiento y toda la formación como de docente. De pronto vi que se me rompieron todos los esquemas y empecé a cuestionarme nuevamente mi práctica como docente.

-       Bueno, pues no, no me planteé nada. Tuve que decirle que tuvieran paciencia y que incluso apagaran el portátil cuando ya quedaban 10 minutos para el final de la clase. De hecho a algunos les tuve bastante tiempo ahí esperando sin hacer nada- le contesté.

-       ¿No crees que hubiese sido buena idea compartir los portátiles que funcionaban durante diez minutos? Diez minutos un compañero realizando pruebas y otros diez el otro- me respondió el docente.

-       Pues sí… gran verdad… - le respondí absorto.

Pues sí, hoy me fui callado, dubitativo, reconcomiéndome la cabeza por lo que me comentó el tutor. No sé ni cómo expresar lo que siento porque es una sensación rara pero placentera a la vez. ¿Solo sé que no sé nada? Pues sí, no sé nada. ¡Cuánta razón tenía Sócrates con esa frase!

¡A aprender!