Pues esa es la pregunta que me hice al conocer esta práctica opcional. ¿He vivido yo alguna práctica innovadora cuando era alumno? Por suerte sí, pero pocas. Bueno, no me voy a centrar en la principal que he vivenciado ya que la irá describiendo Sofía en su diario de prácticas. Efectivamente, yo estuve con Juan Ángel pero toda su metodología e impresiones considero que debe ser contada por nuestra compañera del Máster.

Cambiando de docente, gracias a otro también vivencié un proceso de innovación bastante significativo. El nombre de este jubilado profesor es Mirabent, antiguo docente de Ciencias en el Emilio Prados. Él me dió clases durante dos años consecutivos en dos asignaturas: Metodos de investigación y Ciencia, Técnica y Sociedad. Estas dos asignaturas las di en cuarto de la ESO y primero de Bachiller respectivamente. Además, en ellas habíamos muchísimos alumnos/as (más de 50), cosa que hacía que la metodología se pudiera resentir, pero por suerte no sucedió.

Este docente quería que tuviésemos un pensamiento crítico sobre la ciencia y aquellos sucesos sociales que vivíamos en aquel momento. Siempre nos traía artículos sobre aspectos muy relevantes que estaban aconteciendo en nuestra sociedad y nos hacía reflexionar sobre aquello.

Sin embargo, como tengo que destacar una de las muchas prácticas me gustaría quedarme con todos aquellos experimentos que realizamos en clase. Uno de ellos fue la búsqueda de micro meteoritos en el patio del recreo. Como estábamos dando los meteoritos, este profesor nos hizo reflexionar sobre ellos a través de la búsqueda de los mismos. La verdad que fue una experiencia que se me quedó grabada a fuego. La tarea en sí era recoger tierra del patio con un papel y luego pasarle un imán, de esa manera observábamos que habían pequeñas piedras que eran atraídos por el imán. Dichas pequeñas piedras eran micro meteoritos.

Otra experiencia fue la de la experimentación del movimiento acelerado y la resistencia. En ella veíamos que una barra donde fluía aire podía hacer que el roce entre la barra y la placa que se deslizaba sobre la barra era menor cuando fluía aire. Esta experiencia la podéis observar en la foto que he puesto. ¿Por qué tengo aún la foto? Bueno, pues porque las buenas experiencias, los buenos recuerdos y lo que me proporcionaban docentes como este siempre lo guardaba. 

De hecho siempre he sido una persona agradecida por aquellos docentes que se han preocupado e interesado por mí. No hay cosa más valiosa que un profesor crea en ti, te escuche y encima haga cosas que se te queden grabadas a fuego en la cabeza.

Desde aquí solo puedo decir que muchas gracias Mirabent.