Día primero en Nuestra Señora: La primera toma de contacto

Hoy hemos empezado las prácticas en el centro. Estoy junto con 3 compañeros míos del Máster: Diego, Irene y Nuria. Al centro llegué en bici y en lo primero que estaba pensando desde las 8 de la mañana era que iba a tener problemas al introducirla dentro del centro. De hecho, durante el camino estaba pensando en dónde dejarla si el conserje del colegio me dijese que no. 

Pues bien, la verdad es que el conserje se comportó muy bien y me dejó entrar con la bici, dejándola justamente en un almacén cerca de la puerta de entrada. ¿Y por qué relato esto? Pues porque evidentemente me ha llamado mucho la atención. La facilidad con la que he entrado en el centro con la bici y la he dejado en un almacén me ha sorprendido bastante. En el Practicum II de Magisterio también iba en bici y se formó un follón por lo mismo. La directora me regañó una vez por haberla dejado fuera del recinto y también me ponía malas caras cuando me marchaba en bici. Es por ello que este fue el primer aspecto me que llamó tanto la atención: la simpatía y predisposición con la que me trató el conserje.

El centro es bastante pequeño ya que está situado en un barrio con muchos edificios y tan solo cuenta con un pequeño patio. Se puede deducir que tiene muchos años y que las instalaciones ya están algo desfasadas. Sin embargo está todo en muy buenas condiciones. Además, cabe destacar que habrá alrededor de unos 150 alumnos/as. Esto quiere decir que tan solo cuentan con una línea desde primero de Infantil hasta sexto de Primaria. El interior del centro es un más de lo mismo, las instalaciones parecen estar en buenas condiciones, cuenta con un SUM, varios almacenes y las aulas correspondientes para cada clase.

Lo que más me llamó de las aulas es que todas tenían el nombre de un artista, ya que allí se iba a celebrar una decoración en base al artista asignado a cada aula. Esto lo iré detallando a medida que vaya transcurriendo las prácticas.

Tras esperar un rato en la puerta de dirección, el equipo directivo se nos presentó y nos hablaron sobre el rol que íbamos a ejercer durante nuestra estancia en el centro. La directora nos asignó a cada uno un ciclo: a Irene Infantil, Nuria primer ciclo, Diego segundo ciclo y a mí el tercer ciclo. Y luego llegó la hora de conocer a nuestros alumnos/as. Tras dejar a Irene, Nuria y Diego en un aula, la jefa de estudios me dejó en sexto de Primaria.

Lo primero que me llamó la atención nada más entrar fue el desagradable olor que había en clase. No es que es que estuviese molesto por ello porque comprendía que el alumnado venía de familias desesctructuradas y barrios marginales, sin embargo sí que estaba muy interesado en conocer el porqué de ese olor. Por lo tanto esto un aspecto fundamental que quería conocer a lo largo de la mañana.

Lo segundo que me llamó la atención fue el comportamiento del alumnado. Estos son un total de 20. Me esperaba un clima de aula mucho más conflictivo, pero el alumnado permaneció sentado y atendiendo en todo momento a las tareas que el docente proponía. Normalmente me han vendido que en centros de este tipo, pese a ser pionero en trabajo por proyectos e iniciándose en comunidad de aprendizaje, suele haber algún alumno/a que otro que se subleva o se comporta bastante mal. Pero todo lo contrario, esta clase parece tener un comportamiento normal y acorde a su edad, con sus aspectos negativos y positivos, claro está. De hecho parece que es una clase muy participativa y están abiertos a conocer nuevas personas. Este último aspecto sí que me llamó mucho la atención porque en las prácticas de Pedagogía y en el Prácticum II de magisterio, en los centros que yo estuve el alumnado no tenía mucho interés por conocerme, salvo algunas clases que eran la excepción. 

Yo siempre he considerado fundamental intentar ganarme al alumnado desde el primer momento. Esto quiere decir que siempre intento conocerlos y preguntarles por sus nombres en todo momento, de esta manera ellos y ellas me van conociendo y yo también a ellos/as. La verdad es que el resultado esta mañana ha sido positivo y más o menos me voy quedando con los nombres.

En cuanto a las dimensiones de la clase es mediana, además, cuenta con todo el material necesario, incluso una pizarra Promethean y ultraportátiles para cada alumno/a. Por otro lado, en ese aula no estoy solo sino que hay una compañera de grado de Primaria y está allí participando en todo momento. Con respecto a la organización del espacio, cabe destacar que el alumnado está en mesas agrupadas de cinco en cinco, así que comparten pupitre entre ellos y ellas. Por lo tanto, hay 4 grandes grupos y están todos mezclados. El tutor de esta clase es un docente ya mayor, pero con muchas ganas por enseñar. Durante una charla que tuve con el en un descanso, me llamó la atención su manera de pensar. “Aquí en este centro si tengo que renunciar a parte de mi ideario para llevar a cabo un proyecto en colaboración con los demás docente, yo renunciaré a parte de ello”, de hecho esto me sorprendió bastante porque no estoy acostumbrado a que un docente me diga esto sino todo lo contrario.

La verdad es que esa fuerza de unión que tiene el equipo docente del centro es maravillosa. Me hizo pensar que la docencia se siente y se vive y que esto no suele pasar en muchos docentes que trabajan en las escuelas.Con respecto a los docentes del centro también me llamó la atención que estuvieran muchos en el patio en la hora del recreo. Me resultó muy curioso porque normalmente los docentes se quedan en la sala de profesores y de ahí no salen. Es como si fuese aquello su guarida personal, cosa que me parece un grave error. Yo siempre he sido de la opinión de que hay que salir a que te dé el aire un poco y ver qué hacen tus alumnos y alumnas en el recreo ya que es una gran fuente de información inconmensurable. Pregunté sobre este aspecto al tutor que me han asignado y me comentó que normalmente suelen estar muchos de los docentes en el patio, que es algo normal y que es bueno mirar lo que hace cada alumno/a con los demás.

Tras el recreo estuve analizando el origen del mal olor en clase. Observé que todos los alumnos y alumnas portaban un pañuelito con colonia y se lo llevaban mucho a la cara. “¿Para qué usáis tanto los pañuelitos?”, le pregunté a un chico; “lo usamos mucho porque huele muy mal la clase. Esto no es normal”. Vi que había un problema de higiene en determinados alumnos y alumnas que podría llegar a ser preocupante. No me sorprendió en absoluto porque sabía que el barrio de donde procedían muchos alumnos/as es marginal y la falta de higiene es un problema.

Así que quise detectar cuáles eran aquellos alumnos/as que tenían falta de higiene. Cuando estaba dando vueltas por la clase olfateando y detectando a los niños/as con problemas de higiene el docente se quejó por el hedor anunciando que mañana no entraría aquel niño o niña que no se cambiara de ropa.

Pues realizando una tarea con uno de ellos me di cuenta de que él era el que más hedor desprendía. La verdad que cuando vi la falta de higiene en sus manos, su cara y su ropa, me causó muchísima conmoción. Me sentí bastante mal por el problema que tiene que haber detrás de su falta de higiene. Su nombre ficticio es Manel. Él es un chico que parece estar bien integrado con el resto de sus compañeros y compañeras, pero que a veces se comporta un poco mal. Seguramente siga su conducta con el resto de compañeros/as en las dos semanas de prácticas que esté allí.

Y ya por último, atendiendo a la metodología, voy a empezar a describir el proceso de enseñanza que ha llevado a cabo el docente en este primer día, además de aquellas connotaciones que él mismo me ha ido aportando. Para empezar cabe destacar que él es el coordinador TIC del centro, por lo tanto, el uso de las TIC en el aula parece una pieza clave. Asimismo, la primera tarea que el alumnado realizó fue la de seleccionar una serie de noticias del Diario Sur y luego votar por una de ellas. ¿Para qué esto? Pues para la siguiente tarea que iban a realizar: hacer un resumen de la noticia con sus ultraportátiles. Gracias a estas dos tareas el alumnado trabajaba la comprensión lectora y la escrita de una manera mucho más dinámica e interactiva.

Esta tarea se llevó a cabo a lo largo de toda la mañana. Yo fui interviniendo poco a poco, comentando algunos aspectos de las noticias y dándoles consejos. En el momento del trabajo individual, se me asignó a Manel, al cual fui ayudando para hacer el resumen en su ordenador. Previo a esto quise evaluar la gramática de clase. Para ello me fui acercando uno por uno para comprobar cómo habían escrito el guión que ellos/as habían confeccionado con el docente. Me llamó la atención que escribiesen la palabra guión sin la U intercalada. ¿Estaría ante un problema de escritura en muchos niños y niñas de la clase?

Durante el tiempo que estuve con Manel vi que el muchacho tenía graves problemas de entendimiento, escritura y autoestima. “Es que no me acuerdo de nada, yo no sé si esto lo sabré hacer. Se me olvida todo. Lo dejo ya… estoy cansado” repitió varias veces. Yo traté de darle feedback todo lo que pude, e incluso modifiqué y adapté la tarea que se estaba realizando. En vez de realizar el resumen, Manel tuvo que leerse de nuevo la noticia, explicármela oralmente y luego comenzar a redactar los 3 párrafos que tenía que hacer. La verdad es que le llevó muchísimo tiempo y tuve que revisarle muchas veces su ortografía y gramática. Sin duda alguna tenía problemas de comprensión lingüística y tuve que esforzándome haciendo que él me explicara una y otra vez qué había puesto.

Lo que más me llamó la atención del caso es que por ejemplo, el chico escribía “la niña fue agredida por familia rival” y al leerlo sí que decía el artículo que faltaba (una). Esto me llamó mucho la atención y tuve que hacer especia hincapié en ello. Pero no solamente le pasaba a él, sino que a otros compañeros/as suyos también.

También durante un momento determinado de la mañana, el alumnado tuvo que ir de tres en tres a las aulas de cursos inferiores para recoger a tres compañeros/as y llevarlos al huerto a plantar. Esto servía para tomar conciencia del medioambiente y responsabilizarse sobre el uso del huerto escolar. Sin duda alguna me parecía una actividad muy enriquecedora. No solo enriquecedora sino que también unía mucho al alumnado del centro.

Sin duda alguna las impresiones que me llevo en este primer día son muy positivas. No estoy acostumbrado al recibimiento tan bueno que he tenido por parte del alumnado, equipo docente y el tutor. La verdad es que uno está tan desencantado con la educación y con todo lo que se mueve que esto parece una gotita de alegría y felicidad para mí. Además, esta forma de trabajar tan dinámica y atractiva me parece mucho más divertida para un docente. Espero seguir aprendiendo más.